miércoles, 30 de septiembre de 2009

A tí hermana .

A tí hermana, quiero preguntarte & que tú me contestes.
Si te acuerdas aún, hoy, cuando ÉL te rescató, cuando sola andabas -Cuando se ocupó de tí, sin reclamarte nada, cuando vivias féliz de sus manos tomada, cuando sentías su voz que te decía AMADA !! ...
Como? puede ser que hoy tú, le hayas vuelto la espalda, & te vea andar por el mundo, nuevamente vacía & más aún sin esperanzas.
Qué es? lo que sucesió para que tú, le hagas arder nuevamente las llagas... Le hagas sangrar las heridas, al verte rodar como andas, & cada día que pasa, más el enemigo en su trampa te tiene enrredada, que ya no escuchas su voz cuando te habla, ni puedes sostener su mirada.
Como puede ser, que no abras tú corazón, tus ojos, tu mente para darte cuenta, hasta donde ruedas, & hasta donde seguirás ardiendo en esa quimera, sin sentir su presencia.
Ciega por éste mundo, & a tientas, cada día más pesada se te hace tu senda.
& ÉL, está ahí, & tú no lo encuentras... No pronuncias su nombre & ÉL aún te espera, listo para perdonarte... Listo para llevarte una vez más por su senda.
Sin ÉL, no eres nada...
Sin ÉL, es vana la espera.
Sin ÉL es tu vida, recogerás solo tristezas.
Tú un día, bebias de su cisterna, A tí, su sombra te cubría, habitabas debajo de ella, debajo de sus alas, tenías fortaleza.
El señor era tú amparo, tú refujio, tú fortaleza, porque caminabas tomada de su diestra, invocabas su nombre, & sus angeles alrededor de tí, hacían una fortaleza.
Cuantos! favores, cuanta ayuda recibida, cuando invocabas su nombre, ÉL te respondia.
Quieres, que Dios te ayude? ... Dobla tus rodillas.
habla con Él, ponte a cuentas en su presencia... Él es grande en misericordias- Él perdona, a quién hasta ÉL se llega.
&... nuevamente podrás decir ...
Él ... nuevamanete me dió su perdón... Quitó mis cenizas & me dió su belleza.
Hoy puedo gozarme en su presencia, mirarme en sus ojos, ver su sonrisa inmensa, sentir su paz & echar fuera la trizteza.
Su amor es inmenso... No tiene barreras, siempre está dispuesto a escuchar, a quién a Él se acerca.
Levanta tus manos al cielo... Tu mirada eleva ... Podrás sentir su paz, que te rodea... & esas tibias lágrimas, que mojan tus rostro sin dejar huellas.

Alicia Francisco.

No hay comentarios: